Lo que todo piloto del ambiente automovilístico desea a parte de ganar, es no quedarse sin frenos a 280 Km/h. Lamentablemente esto le paso a Pope en la primer vuelta de competencia. Por suerte para el y su colega, Matías Jalaf, que lamentablemente se vio perjudicado por el accidente, no hubo consecuencias físicas, solo fue daños materiales. Para el equipo uruguayense esto es un golpe grande, y también para sus alicaídas arcas. El auto se rompió mucho y habrá que evaluar como será su reparación. Prensa Pope BonelliLos comentarios están cerrados.
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AutorPrensa Pope Bonelli Archivo
Septiembre 2019
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